¿Qué era John?
John, se hacía decir amigo de sus amigos.
Tenía algo de truhán y mucho de seductor.
Era de los que sacaba su flauta y los ratones le seguían.
Ah, pero amigos...
¿Cuál era el poder de la canción de John?
En esta historia no había culpable. Ni ratones ni flautista. Y es que amigos, John Brown a fin de cuentas, solo era un petit indi.
Tenía algo de truhán y mucho de seductor.
Era de los que sacaba su flauta y los ratones le seguían.
Ah, pero amigos...
¿Cuál era el poder de la canción de John?
Los ratoncillos y ratoncillas ciegos se volvían,
pues sus sueños más profundos creían recompensados.
¡Ay! Pobres ratoncitos abandonados
que de la canción de John siempre dependían.
A John tocar no siempre le gustaba
pues solo lo hacía cuatro veces cada luna
para mecer las necesidades de cuna
de unos ratoncillos que no amaba.
Más, no era necesario,
pues no había ratón valiente
que por más inteligente
le dijese a John lo contrario.
Pero un día,¡Zas! se acabó la melodía
pues unos ratoncillos el hechizo rompieron
y el maravilloso mundo de la música conocieron
descubriendo al fin la auténtica alegría.
pues sus sueños más profundos creían recompensados.
¡Ay! Pobres ratoncitos abandonados
que de la canción de John siempre dependían.
A John tocar no siempre le gustaba
pues solo lo hacía cuatro veces cada luna
para mecer las necesidades de cuna
de unos ratoncillos que no amaba.
Más, no era necesario,
pues no había ratón valiente
que por más inteligente
le dijese a John lo contrario.
Pero un día,¡Zas! se acabó la melodía
pues unos ratoncillos el hechizo rompieron
y el maravilloso mundo de la música conocieron
descubriendo al fin la auténtica alegría.
En esta historia no había culpable. Ni ratones ni flautista. Y es que amigos, John Brown a fin de cuentas, solo era un petit indi.
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