Avispón
-¡Remilgos y más remilgos! -dijo el Avispón en tono impertinente-. ¡Ay qué niña más remilgada!
Alicia se sintió ofendida con la respuesta del Avispón y estaba a punto de echar a andar y dejarlo plantado cuando recapacitó: "Quizá el dolor le haya puesto de mal humor." Y decidió intentarlo de nuevo.
A través del espejo
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